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“APRENDAMOS DE LOS ERRORES”

No hay palabras para describir la angustia que produce ver como se destruye una ciudad. Si esa urbe es en la que naciste, el alma se encoge viendo como en nombre de no sabemos que progreso se ha terminado con la belleza arquitectónica y con la sensibilidad para levantar monumentos al mal gusto

1 comentario

  1. MERCEDES dice:

    Maravillosa recreación y a la vez dolorosa por ver claramente lo que nos hemos perdido y han perdido nuestros descendientes…
    Los sesenta fueron penosos, cemento, aluminio «de cocina», carteles inapropiados, esperemos que no se repita, aunque por lo que se vé a estas alturas y todavía se admiten barrabasadas.

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